¿A qué regresa?
Ramón Zurita Sahagún viernes 27, Sep 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El anunciado regreso de Fausto Vallejo Figueroa al gobierno de Michoacán no dejó de sorprender y de generar la pregunta del título: ¿a qué regresa?
Se considera que su retorno implica que ya está bien de salud y que él fue electo en las urnas, por lo que tiene ese derecho de asumir sus funciones. Es cierto, Fausto se ganó el derecho de gobernar a los michoacanos en una reñida elección, en la que superó a Luisa María Calderón y a Silvano Aureoles, postulados por el PAN y PRD, respectivamente, pero su gestión está llena de ausencias.
La enfermedad que le aqueja, por lo que fue necesario realizarle un trasplante de hígado, no le ha dejado en paz desde que asumió las funciones de gobernante, provocando largas separaciones del cargo, hasta esta que le obligó a solicitar licencia y nombrar un gobernador interino.
El gobierno de Fausto Vallejo ha sido intermitente, sin que destacara ninguna acción a favor de la población. Antes, durante y después de su administración, en Michoacán se perciben las mismas condiciones y los mismos padecimientos.
Diferenciar el gobierno de Fausto Vallejo del de Jesús Reyna es difícil, los dos igualmente de mediocres, ausentes de autoridad y sujetos a los vaivenes que provoca la presencia del crimen organizado, enraizado en la entidad.
Fausto ofreció que mantendría a Reyna como secretario de Gobierno, función que tenía al principio del actual gobierno y desde donde controlaba la administración estatal. El ofrecimiento del gobernador con licencia hacia el interino es generoso, si se considera que Reyna sentía que seguiría de frente hasta terminar el período para el que fue electo Vallejo.
Las diferencias entre uno y otro son grandes y se manifiestan en que pertenecen a grupos políticos distintos, aunque militan en el mismo partido. Reyna ya fue candidato a gobernador y perdió por una amplia diferencia, Fausto pudo rescatar al estado para el priísmo, luego de dos administraciones perredistas y después de que propio Vallejo fue ubicado en la tercera posición en la contienda por el Senado de la República.
Sin embargo, uno y otro ya mostraron su estilo de gobernar, el que representa solamente detentar el poder. La vitamina P que proviene del poder es la que más ansían ambos y es ahí en donde se centran las principales diferencias.
El interno realizó una serie de cambios dentro del gabinete estatal, desplazando a varios personajes cercanos al gobernador con licencia, por lo que se estima que en el momento en que Fausto regrese, efectuará otros cambios más, sustituyendo a los nombrados por Reyna.
Michoacán es una entidad con grandes atrasos, con presencia notoria de delincuencia organizada, cárteles de la droga, grupos armados de la llamada policía comunitaria y hasta pueblos aislados del mundo, por los grupos religiosos.
Varias poblaciones del estado sufren el asedio de grupos violentos, manifestándose de formas diversas, por lo que la presencia de Ejército, Marina y Policía Federal, se mantiene vigente, provocando una pequeña disminución de los delitos. Los habitantes del estado no perciben gran diferencia entre los gobiernos perredistas de Lázaro Cárdenas y Leonel Godoy y el de los priístas Fausto Vallejo y Jesús Reyna. Si acaso se puede decir que existe una mayor coordinación entre el gobierno federal actual y el gobernador interino Jesús Reyna, principalmente para el manejo de las fuerzas federales que realizan el patrullaje en el estado y se encuentran estacionadas en la entidad. Por eso, Fausto Vallejo deberá evaluar si en verdad se encuentra en condiciones para gobernar un estado sumamente confrontado y conflictivo y si su enfermedad ya fue superada.
Desde el PRD se le pide un certificado médico, para constatar que ya superó la etapa de salud precaria y que sus condiciones son las óptimas para asumir nuevamente sus funciones.
Fausto puede rehusarse a ello, ya que la ley no lo obliga a ello, pero para sus gobernadores sería un aliciente saber que su gobernador superó una larga enfermedad y que se encuentra lo suficientemente fortalecido para concluir con el mandato para el que fue electo.
Si Vallejo Figueroa continúa con un estado de salud crítico, sería mejor que se dedicara a convalecer y se olvidara de asumir el gobierno para detentar el poder y beneficiar a sus amigos y simpatizantes colocándolos nuevamente en cargos de gobierno.
QUIÉN ES EL GUAPO
Ya lo dijo el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, los gobiernos estatales son los indicados para sancionar a los maestros faltistas.
De acuerdo a la reforma educativa, los maestros que falten tres días consecutivos, sin falta justificada serán despedidos, aunque parece ser que a los gobernadores les tiembla la mano para ello.
Gabino Cué Monteagudo recibió la pedrada del ex secretario de Gobernación, ya que la mayor parte de los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación que se encuentran de plantón en la ciudad de México provienen de esa entidad.
Pero también hay maestros de Michoacán, Guerrero, Chiapas y otras entidades, en las que no se aplica la ley. La realidad es que los gobernadores se deslindan de ello y por eso los dirigentes de la sección 22 de la CNTE presumen que los despidos no se ejercen porque las propias autoridades dudan de su aplicación. Por eso, hay que preguntar: ¿quién será el guapo que sancione a los primeros maestros faltistas con la ley en la mano?
LAVADO DE DINERO
Sorpresiva la acusación de lavado de dinero en contra del ex gobernador interino de Coahuila, Jorge Torres López, sobre una cuenta de más de 2 millones 800 mil dólares, situada en Bermudas.
La información proviene de Estados Unidos y Torres López negó que sea lavado de dinero, pero no que la tuviera en ese lugar.