El secuestro de la clase media
Francisco Rodríguez miércoles 11, Sep 2013Índice político
Francisco Rodríguez
“… desde su mismo proceso social, la llamada clase media encuentra que la ideología sirve para inventar, justificar y racionalizar la realidad. Será un mecanismo de organización social, donde se encontrarán ideas religiosas, morales, sociales, económicas; en pocas palabras, todo un sistema cultural que es producto de una historia extraña, de simulación y de ocultamiento”.
El párrafo anterior corresponde a una de las conclusiones a las que arriba el ya desaparecido Gabriel Careaga —quien fuera mi maestro de sociología en la Facultad de Ciencia Políticas y Sociales de la UNAM, a inicios de la década de los 70’s— en su imperdible texto Mitos y Fantasías de la Clase Media en México y viene como anillo al dedo, dirían los clásicos, al secuestro del que los clasemedieros somos víctimas, a partir de que se conociera la reforma fiscal propuesta por el presidente Peña Nieto.
Nuestro secuestrador, obvio, no pertenece a la cada vez más delgada clase media. Es fundador y propietario de diversas compañías en los ramos de la construcción, mantenimiento y desarrollo inmobiliario, y de comercialización de productos especializados para las artes gráficas, y para el sector salud. Fue contralor del gobierno oaxaqueño de Diódoro Carrasco y, hasta hace poco, presidente del sindicato de patrones, al que conocemos como Coparmex. Actualmente encabeza al órgano de presión denominado Consejo Coordinador Empresarial: Gerardo Gutiérrez Candiani.
Nos secuestró don Gerardo, al arrogarse nuestra representación. Dice que él y todos los empresarios y patrones a quienes encabeza van a defendernos de las maldades que contiene la reforma hacendaria. ¡Gracias a Dios que encontramos a quien nos represente! ¡A quien nos defienda!
Porque, perdóneme usted, más que defensa, pareciera que Gutiérrez Candiani usa a la clase media como ariete para golpear la propuesta presidencial, ahora ya bajo la consideración del Congreso de la Unión.
No sé a usted, pero a mí me parece sospechoso que un potentado como Gutiérrez Candiani se convierta, así de pronto, en nuestro defensor y salvador.
Tenía razón Careaga al concluir que “la llamada clase media encuentra que la ideología sirve para inventar, justificar y racionalizar la realidad”. A conveniencia de las llamadas clases altas, claro está.
EN PROCESO DE EXTINCIÓN
De acuerdo al INEGI —datos del Censo de 2010—, “en términos absolutos 12.3 millones de hogares y 44 millones de personas constituyen la clase media en el país, siendo que tres cuartas partes de ambas magnitudes se ubican en el ámbito urbano. Si del conjunto de hogares que en el estudio quedaron clasificados como de clase media se seleccionara uno al azar, lo más probable es que ese hogar cuente al menos con computadora, gaste alrededor de 4,400 pesos al trimestre en consumir alimentos y bebidas fuera del hogar, haya quien tenga tarjeta de crédito, así como un integrante inserto en el mercado laboral formal; lo encabece alguien que cuente al menos educación media superior y que su estado civil sea casado, conformando un hogar nuclear de cuatro personas…”
Los pobres, en ese estudio, suman 59.1 millones, mientras que los ricos son apenas 1 millón 710 mil. La clase media, empero, está en vías de extinción.
El problema es que las políticas usadas para este intento desesperado de salir adelante son en su mayoría equivocas y terminan con el empobrecimiento del pueblo, la eliminación de la clase media y una tremenda conflictividad social.
El Estado entra en el juego con la creación de la figura de los impuestos, aplicando algo muy parecido a un robo legalizado. Se alega que la intención es similar a la de “Robin Hood”, dar a los pobres quitándoles a los ricos, pero la mayor porción se la queda el gobernante de turno. Así, se rompe el equilibrio y la pureza del mercado, resultando en un entorpecimiento de las relaciones beneficiosas y creando un descontento en la sociedad.
¿Es éste el caso?
¿Es de ello que nos quiere defender Gutiérrez Candiani?
Le apuesto que no.
Pero si no es Gutiérrez Candiani, ni el CCE, ni la Coparmex, ¿ahora quién podrá defendernos?
Índice Flamígero: Ya están listos los expedientes. Tres expedientes, tres. Corresponden al mismo número de empresarios que —para “alinear” a los demás— muy pronto serán acusados pe-nal-men-te de diversos actos ilícitos en contra del Sistema de Administración Tributaria. ¿Terrorismo fiscal a dos sexenios de aquel 11-S?