¿De verdad hay pruebas?
Ramón Zurita Sahagún jueves 27, May 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los rumores corrían desde tiempo atrás sobre sospechas en el origen de la fortuna del entonces candidato a la alcaldía de Benito Juárez (Cancún), Quintana Roo, Gregorio (Greg) Sánchez Martínez.
Sin embargo, el popular personaje fue arropado por el PRD y lo convirtieron en su candidato y en uno de los políticos más importantes del estado, al ganar los comicios y gobernar el ayuntamiento más importante de la entidad.
Y a pesar de ganar en las urnas, se le intentó escamotear el triunfo al perredista que de inmediato se posicionó como candidato natural al gobierno del estado.
Su desconocimiento político lo llevó a cometer una serie de torpezas que más tarde se convirtieron en armas para sus adversarios políticos, mientras que su gestión administrativa no fue todo lo transparente que se esperaba.
Con todo y ello, se puso a la cabeza de una eventual alianza entre derecha e izquierda para disputar con el candidato priísta el gobierno de Quintana Roo.
Sería la sexta alianza entre PAN-PRD-Convergencia, aunque los panistas establecieron como condicionante para la coalición que irían con cualquier candidato que no fuese Gregorio Sánchez.
Incluso se llegó a tentar al diputado federal priísta Carlos Joaquín González para que encabezara la alianza, aunque al final desistió de ello.
De esa forma, la alianza quedó trunca y Sánchez Martínez encabezó una más pequeña con los partidos Convergencia, PRD y PT, lo que ya no resultaba inquietante para el partido tricolor.
En el lapso de las pláticas entre partidos y de los análisis para encontrar al candidato adecuado de cada uno de los partidos afloraron una serie de supuestas irregularidades detectadas alrededor de la figura del polémico alcalde de Benito Juárez.
Todo se centraba en la presunción de fraudes cometidos en agravio de particulares y en presuntos malos manejos del dinero público, por lo que fue requerido por las autoridades para dilucidar las acusaciones.
A pesar de esas presunciones, Sánchez Martínez fue ratificado como candidato al gobierno estatal, donde su posicionamiento lo situaba en segundo lugar en las preferencias electorales, aunque muy lejano del priísta Roberto Borge Angulo.
Por eso, con todo y que existían sospechas sobre el manejo de dinero y el origen de su fortuna, resultó sorprendente la forma en que actuó la PGR para detenerlo bajo acusaciones de delincuencia organizada que van desde lavado de dinero y protección a los cárteles de la droga.
A su detención se le trasladó al reclusorio de mediana seguridad de Nayarit, donde se le seguirá proceso por los delitos que se le imputan.
La acción en contra del candidato de la izquierda al gobierno de Quintana Roo generó reacciones encontradas entre sus seguidores, donde destaca la del presidente del PRD, Jesús Ortega, quien acusó al secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, de ser el orquestador de esta acción que pretende allanarle el camino al triunfo electoral al abanderado del PRI.
Por eso, anunciaron que con todo y el proceso encima mantendrán la candidatura de Sánchez Martínez, aunque esa idea puede variar en el curso de las cinco semanas que faltan para el proceso electoral.
La realidad es que Greg le sirve más a los perredistas como víctima que como candidato, ya que sus posibilidades de triunfo eran remotas y desde la cárcel puede servir para que un pueblo ávido de figuras lo convierta en el héroe que le otorgue pequeños triunfos en alcaldías y diputaciones locales, aunque no derive en la victoria para gobernar el estado.
*Qué tendrá el ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún) que varios de sus ex alcaldes se han visto en serios problemas legales.
José Irabién fue perseguido por el entonces gobernador Pedro Joaquín Coldwell y abandonó por un tiempo esa parte de la Península.
Mario Villanueva Madrid fue extraditado a los Estados Unidos, luego de presidir ese ayuntamiento y de gobernar el estado de Quintana Roo.
Juan Ignacio García Zalvidea fue detenido y pasó varios meses en prisión luego de gobernar ese municipio y de fracasar como candidato al gobierno estatal de esos mismos partidos que apoyan a Gregorio Sánchez.
*Hace un año, una docena de alcaldes de Michoacán de diversas tendencias e ideologías, priístas, panistas y perredistas, fueron detenidos acusados de vínculos con el narcotráfico en diversas modalidades.
El escándalo fue mayúsculo y el despliegue del operativo sorprendió a muchos y provocó dimes y diretes entre el gobierno federal (PAN) y el estatal de esa entidad (PRD), ya que el federal actuó sin avisar al local para las detenciones, donde se incluyeron algunos funcionarios estatales.
Un año después, son pocos los alcaldes que continúan presos, la mayoría fueron liberados, ya que las pruebas presentadas fueron insuficientes para probar la culpabilidad de los detenidos.
La acusación se basaba, principalmente, en testigos protegidos y en denuncias anónimas que no tuvieron el sustento necesario para actuar en contra de ellos.
Algo similar ocurre en el caso del alcalde con licencia Sánchez Martínez, aunque la PGR asegura contar con pruebas sólidas que muestran la culpabilidad del detenido, habrá que ver si esto es cierto o si salen otra vez con un nos equivocamos o las pruebas no eran suficientes.
*Minerva Hernández Ramos dio un rotundo no a su renuncia a la candidatura del PRD al gobierno de Tlaxcala y mucho menos a la posibilidad de pasar sus activos a otros candidatos como se viene especulando en esa entidad.
La perredista se mantiene abajo en las encuestas de sus adversarios la panista, Adriana Dávila Fernández y el priísta Mariano González Zarur, aunque espera remontar esa diferencia en las semanas que faltan.