¿Quién gana y quién pierde?
¬ Gustavo Mora jueves 27, May 2010Nostálgicos y acelerados
Gustavo Mora
¿Quién gana y quién pierde con la captura del candidato aliancista de Quintana Roo, Gregorio Sánchez Martínez y la renuncia del procurador del Estado de México, Alberto Bazbaz Sacal?
Desde luego, las caras de Manuel Camacho Solís y Jesús Ortega no dejan duda de que son perdedores por andar pepenando basura política que ni es del PAN, ni es del PRD, ni de ningún otro de los partidos morralla que apoyaron a Gregorio como candidato al gobierno de Quintana Roo.
Y Bazbaz no cayó a periodicazos ni porque los partidos sacaran raja de su pésima investigación sobre la muerte de Paulette, sino por sus limitaciones para desempeñar un cargo que le quedaba grande.
Esto les enseñará a los aliancistas a no revolver el agua con el aceite a falta de candidatos propios y con ideología definida y común, para echarle montón al PRI. Y el año próximo viene la elección en el Estado de México, donde nada tiene que ver Yeidckol Polevnsky, con Alejandro Encinas.
Es una dura lección para el gobierno mexiquense que debe poner más cuidado en seleccionar a los colaboradores del primer nivel, como ocurre con los presidentes y otros mandatarios estatales que se van por la vía del cuatachismo, compadrazgo y del ex compañero de banca en la escuela, en lugar de escoger a los más capaces y ubicarlos en el lugar adecuado.
Por lo visto, Quintana Roo se ha convertido en la ruta más natural y segura para los “Zetas”, los Beltrán Leyva y otros zares del narcotráfico.Ya va un ex gobernador (Mario Villanueva Madrid) y un candidato a serlo (Gregorio Sánchez Martínez) que caen por tener arreglos con esas pésimas amistades.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano fue de los que siempre se opusieron a esa clase de alianzas. Y aunque está más allá del bien y del mal, ya no aspira a ningún cargo de elección popular, pero tiene debajo de la manga, como los buenos magos o los tramposos jugadores de póker, un as escondido: la promoción de su hijo, Lázaro Cárdenas Batel, para la candidatura presidencial perredista del 2012.
“Cuau” no está conforme con la alianza PAN-PRD, pero tiene suficiente autoridad moral hasta para pararse en un acto de la Confederación Nacional Campesina (CNC), priísta y llevarse las carretadas de aplausos, aunque él haya fundado en su campaña presidencial de 1988 la Central Campesina Cardenista (CCC) para jugarle las contras al partido que lo hizo senador de la República y gobernador de Michoacán. Cárdenas Solórzano se afilió por los años sesentas en el Frente de Liberación Nacional y fundó la Central Campesina Independiente para poner complicar al gobierno priísta de Adolfo López Mateos. Huyó del PRI, antes de darle el gusto a Raúl Salinas de Gortari (nunca fue priísta) y Elba Esther Gordillo Morales.Y sin embargo, es recibido con honores en la central campesina del PRI y tarde se les hacía a los presentes Augusto Gómez Villanueva, Fidel Herrera Beltrán, Ismael Hernández Deras, Mario Marín Torres y otros, para formar cola para que los fotógrafos y camarógrafos dispararan el flashazo y accionaran sus cámaras para tomar la foto del recuerdo con Cuauhtémoc. Aunque compitió contra el PRI en las elecciones presidenciales de 1988, 1994 y 2000, ellos se dijeron sus amigos, le mostraron respeto y reconocieron su calidad moral. Las formas políticas están en el más completo deterioro… Después de ser presidentes, José López Portillo y Vicente Fox Quesada viajaron a las tierras de sus mayores. El primero viajó a Caparroso para rendir homenaje a los abuelos y familiares, siendo presidente de la República, pero sin estar impedido por el artículo 82 para ser candidato presidencial. Vicente Fox Quesada, que fue el beneficiario por la modificación al artículo 82 constitucional, viajó como ex presidente a Cangas de Onís, Comunidad Autónoma del Principado de Asturias, para ver a los parientes de su mamá. Y Juan Camilo Mouriño seguramente hubiera atravesado el charco, para ir a Vigo, donde nació, pero un accidente aéreo frustró ese proyecto. Y es que la sangre es canija.