La congruencia de Kerry
Francisco Rodríguez viernes 30, Ago 2013Índice político
Francisco Rodríguez
Los diplomáticos, invariablemente, gustan decir lo que sus interlocutores quieren oír. John Kerry, el sucesor de Hillary Clinton como secretario de Estado estadounidense se ha caracterizado por apoyar medidas que propiciarían un mayor acercamiento entre México y Estados Unidos en debates presidenciales y en participaciones en foros y conferencias.
La misma agencia apunta que en distintas ocasiones, Kerry se ha manifestado a favor de regularizar a los millones de mexicanos que viven en Estados Unidos de manera ilegal y de que se aumenten los montos destinados a la Iniciativa Mérida.
Así, durante la sesiones senatoriales previas a su ratificación en el cargo más importante del segundo gabinete de Barack Obama, ante la pregunta expresa sobre John Kerry si apoyaría la legalización de los inmigrantes indocumentados de Estados Unidos, Kerry respondió: “Absolutamente. Yo la apoyo y estaba preparado para votar a favor de una amnistía y es esencial tener una reforma migratoria”.
Simpatiquérrimo, very nice con los mexicanos y sus causas parece ser, entonces, don John de quien se recuerda, asimismo, que en 2006, como senador, votó en contra de la construcción del muro fronterizo en los límites de México y Estados Unidos.
Y todavía más, dicen de él que ha apoyado abiertamente la cooperación de Estados Unidos a México para el combate al narcotráfico, que fue bandera de los ex presidentes George W. Bush y Felipe Calderón. Que en 2009, al escribir un artículo para el “Times” de Los Ángeles, Kerry apuntaba que “la guerra de México debe ser nuestra guerra”.
Ante ese fraseo -narrativa, creo que le dicen ahora-, los mexicanos bien que podríamos estar tranquilos de contar con un aliado en el principal edificio del Foggy Bottom washingtoniano, pero con eso de que los diplomáticos gustan decir lo que sus interlocutores quieren decir… Y que ahora Kerry ya no es senador ni aspirante presidencial, sino diplomático…
JUNTO A CHINA Y BRASIL
John Kerry mantuvo un encuentro con representantes de la iniciativa privada francesa a quienes fue a decirles, precisamente, lo que éstos querían escuchar.
Antes que nada, las ventajas que obtendrían con la sociedad de comercio e inversión trasatlántica que la administración Obama negocia con la Unión Europea.
Y para ello Kerry fue a decirles que ambas, la estadounidense y la europea, son economías maduras que operan en un nuevo mundo de apetitos voraces en los mercados con gente que se desempeña con reglas distintas y en algunos casos hasta sin reglas.
Fue entonces cuando Kerry pronunció palabras que, por supuesto, no diría ante auditorios que hablen chino, portugués, español o coreano: “Van desde países que están cerca de ser fallidos, por razones que debemos discutir, y hasta Estados que son fallidos y que están sometidos a dirigentes que tienen visiones capturadas por prejuicios culturales y religiosos, extremistas, y otras formas de gobierno que complican el mercado”.
¿Cuáles son esos países?
Kerry los mencionó genéricamente: “Como las Indias y Chinas y Brasiles y Corea del Sur y México, alineados económicamente, jugando con la ventaja que les da la falta de normas ambientales o la falta de estándares en la producción de bienes o la falta de normas laborales y otras cosas que forman parte de lo que han creado comunidades civilizadas y desarrolladas…”.
Junto a los países del llamado BRIC, entonces, México es incivilizado y, al competir deslealmente por inversiones con naciones como EU y las europeas, que les arrebatan inversiones y empleos para sus ciudadanos, se vuelve un reto, un peligro.
¿Es entonces incivilidad lo que venden los gobiernos mexicanos en el extranjero? ¿Lo que queramos escuchar? Sí. Se lo apuesto.