Bajeza y postración
¬ Juan Manuel Magaña jueves 4, Jul 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
El viejo mundo impresiona a cualquiera por sus riquezas, su cultura y su profunda historia. Particularmente, España, Francia, Italia y Portugal. En suma, hay demasiado qué aprender de todos ellos.
Quizá por eso no se qué impresione ahora, aun más, si la bajeza con que estos cuatro países trataron al presidente de Bolivia, Evo Morales, o su descarada subordinación a los designios de Estados Unidos.
No es fácil comprender cómo es que se comportaron como aquello que critican; precisamente como aquellos países bananeros que ese viejo y primer mundo cree ver en los países latinoamericanos y tercermundistas.
Y todo porque Evo Morales había declarado en Moscú que consideraría un eventual pedido de asilo de Edward Snowden, quien reveló una red de espionaje del gobierno de Estados Unidos.
Eso hizo que se sospechara que el boliviano transportaba al fugitivo estadounidense Snowden, en calidad de polizón hacia La Paz.
Evo tuvo que aterrizar en Viena. Y la sola sospecha ya hacía ver a Evo Morales como un delincuente. Ese fue el trato que se le dio
Si ese trato lo hubiera recibido de un país latinoamericano cualquiera de esos países europeos, el viejo continente hubiese protestado unido. La condena, si no es que la represalia, hubiese sido unánime.
Por eso también extraña que de América Latina haya habido voces aisladas de protesta. Sólo los países sudamericanos aliados de Bolivia comenzaron a reaccionar, repudiando los hechos.
¿Pues no que Iberoamérica estaba muy unida? ¿Pues entonces para qué tanta cumbre en el pasado?
El mundo al revés. La cancillería venezolana tratando de poner en su lugar al Viejo Mundo por “esta agresión grosera, brutal, impropia, incivilizada”, detrás de la cual se identifica a Estados Unidos.
Por otro lado es impresionante la raíz de todo el asunto. La persecución de una sola persona, Snowden, que sabe demasiado. La persecución de la verdad.
Ese es el signo de los tiempos. La verdad no debe saberse. Estados Unidos espía países para extraer sus verdades. Pero no quiere que se sepa la verdad de que los espía.
Sí parecen los tiempos de la guerra fría cuando se perseguía las ideas capitalistas o de izquierda. Ahora van contra la pura verdad.