Una tragedia
¬ Augusto Corro jueves 9, May 2013Punto por punto
Augusto Corro
El estallido de una salchicha de gas provocó la muerte de 22 personas, entre ellos 11 menores; 35 heridos graves, 30 autos calcinados y 45 casas dañadas.
El accidente se registró en el kilómetro 14 de la Autopista México Pachuca, a la altura de San Pedro Xalostoc, antier en la madrugada.
A quienes viajan por las carreteras de México no les extrañó que hubiera ocurrido una tragedia de esas dimensiones. ¿Por qué? Por la sencilla razón que no hay reglamentos de tránsito vehicular que limiten los riegos de accidentes.
Por la autopista que usted vaya, amigo lector, se encontrará con esos tráilers de doble remolque a exceso de velocidad, cargados con toda clase de mercancía, incluidos gasolinas, gas y substancias inflamables y peligrosas. Los hechos sangrientos derivados de los accidentes camioneros suman una lista interminable. Dos accidentes debieron advertir a las autoridades la necesidad de tomar cartas en el asunto con el propósito de prevenir más tragedias.
Por ejemplo, el 12 de septiembre de 2007, en un accidente carretero en Monclova-San Pedro de las Colonias, estalló un contenedor que transportaba 25 toneladas de nitrato. Perecieron 25 personas, 250 resultaron lesionadas, 67 edificios dañados al igual que 50 vehículos.
El 25 de octubre del 2010, estalló un tráiler doblemente articulado que transportaba gasolina. Una persona murió calcinada, cuatro resultaron lesionadas y más de una docena de inmuebles resultaron dañados. Este hecho se registró en el tramo México-Oaxaca del Distribuidor Vial Oriente.
El 12 de abril del 2012, seis universitarios murieron y varios quedaron heridos luego de que el autobús de la facultad de Economía de la UNAM en que viajaban fuera impactado por un tráiler de doble remolque que transportaba trigo. Lo anterior ocurrió en el kilómetro 41 de la carretera México-Toluca, a la altura del municipio de Ocoyoacac.
Por otra parte, el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) informó que “diariamente circulan por la red de carreteras camiones y tráileres que transportan materiales y residuos peligrosos que pueden ser un riesgo para el ambiente y la población”.
Según el estudio sobre vulnerabilidad en las carreteras por el transporte de materiales y residuos peligrosos, elaborado por Juan Fernando Mendoza, Luis Felipe Romero González y Ana Cecilia Cuevas Colunga, entre 2006 y 2009 se documentaron mil 199 colisiones que involucran vehículos con materiales peligrosos que dejaron un saldo de 196 muertos y 838 lesionados, y daños materiales por 17.8 millones de dólares. (El Universal, 7 de mayo de 2013).
Así pues, el accidente registrado en San Pedro Xalostoc vino a corroborar que las autopistas y toda clase de vías carecen de vigilancia y de leyes que prevengan y eviten tragedias. Antes funcionaba muy bien la policía federal de caminos pero con su incorporación a la Secretaría de Seguridad Pública federal, quien sabe dónde quedó o qué hicieron con ella.
Con los resultados de las investigaciones se sabrá el grado de responsabilidad del conductor en el accidente. ¿Se durmió? ¿Conducía a exceso de velocidad? ¿La unidad que conducía no tenía fallas mecánicas? ¿Alguien le dijo que debía manejar con precaución por el gas que transportaba?
De la policía mejor ni hablamos. El tramo carretero donde ocurrió la tragedia, es una de las rutas donde más asaltos se cometen. Una especie de tierra sin ley, en la que todo mundo hace lo que le viene en gana, pues nadie vigila ni tiene interés en proteger a la sociedad.
En la tragedia de San Pedro Xalostoc otra vez los más humildes se vieron afectados: ellos pusieron los muertos, sus casas de lámina y, desde luego, un profundo dolor.