También va por los católicos
¬ Claudia Rodríguez miércoles 13, Mar 2013Acta Pública
Claudia Rodríguez
El día de ayer en el Vaticano, el Colegio Cardenalicio inició el cónclave para elegir al Papa número 266 de la historia y a partir de entonces en cualquier momento -sobre todo antes de la ya muy próxima Semana Santa-, la “fumata” puede revestirse de humo blanco para anunciar el famoso “habemus papa”.
Aunque no existe una confirmación por el momento, Comunicación Social de la Presidencia anunció que el presidente Enrique Peña Nieto tiene la intención de viajar a Roma el día de mañana para regresar el próximo 18 de marzo, esperando que en su estancia pudiera elegirse al sucesor de Benedicto XVI, evento muy probable en el transcurrir de esos días.
Respecto al viaje del primer mandatario, el canciller José Antonio Meade habló de su probabilidad.
Casi cien millones de católicos en México no son un mercado despreciable para nadie y menos para un gobierno al que le importa muchísimo la calificación aprobatoria no sólo de la opinión pública, sino de la gran mayoría de los mexicanos.
Pese a los grandes retos que tiene la Iglesia católica a nivel mundial como institución y muchos de estos que deben zanjar de forma inmediata, sobre todo ante la renuncia no nueva, pero sí lejana en la historia y reveladora del papa Benedicto XVI, el gobierno de México sabe de la importancia que los símbolos católicos tienen para millones de mexicanos, y eso nunca debe ser despreciado.
Pero la posible presencia de Peña Nieto en el transcurrir de la elección papal en Roma, tiene también sus compromisos para con los católicos y las otras iglesias en México, en razón de la libertad de culto.
Así como ya caminan las reformas en materia educativa y telecomunicaciones y las ya anunciadas, la renuncia del papa Benedicto XVI permitirá al gobierno proponer reformas a la relación Estado-Iglesia.
Así que más allá del viaje de Enrique Peña Nieto o el protocolo internacional, esto tiene tintes de Estado.
Acta Divina…Se realizan los últimos preparativos para el viaje al Vaticano del presidente Enrique Peña Nieto. Estará en la primera misa del Papa sucesor de Benedicto XVI, con el fin de estrechar el marco diplomático entre México y la nación más pequeña del mundo.
Posteriormente, el Presidente de México viajará a Bruselas y Bélgica para proseguir su gira de trabajo.