El submundo de la migración
¬ Augusto Corro martes 12, Mar 2013Punto por punto
Augusto Corro
En Nuevo Laredo, Tamaulipas, antier fueron rescatados 104 indocumentados que se encontraban presuntamente privados de su libertad, en un domicilio de la colonia 150 Aniversario. Hasta ese lugar llegaron elementos de la Armada de México para auxiliarlos y liberarlos.
En el mencionado lugar estaban concentrados 91 hombres y 13 mujeres, quienes manifestaron ser de nacionalidad extranjera: 102 hondureños y 2 salvadoreños. Todos llevaban cuatro días privados de su libertad.
Alguien llamó a las autoridades para informarles de la presencia de hombres armados en actitud sospechosa. Los marinos acudieron a confirmar la denuncia y encontraron a los plagiados.
Desde los gobiernos panistas de Fox y Calderón, el problema de la migración se convirtió en un tema complejo, sin el empeño necesario para poner fin a maltratos, detenciones, secuestros, extorsiones y asesinatos masivos contra indocumentados que tuvieron el valor de incursionar por territorio mexicano.
Entre los hechos más violentos se encuentra la matanza de indocumentados en San Fernando, Tamaulipas: 72 indocumentados, mujeres, hombres y varios menores de edad, fueron fusilados porque se negaron a trabajar como sicarios.
La masacre ocurrió en agosto del 2010. La sociedad mexicana exigió una mayor atención al problema de los indocumentados; pero sin resultados positivos. Hubo cambio en las leyes migratorias, pero todo siguió igual. No podría entenderse de otra manera, si la frontera sur de México se encuentra abandonada. Está convertida en una verdadera coladera, por donde todo mundo puede cruzar sin obstáculos.
La odisea de los migrantes empieza en el mismo instante en que se suben a La Bestia, el tren que corre de sur a norte. El viaje a bordo de los vagones es peligroso. Las víctimas por viajar sin protección son innumerables. Por los accidentes, la gente muere o queda lisiada. Si el traslado no se hace por ferrocarril, los ilegales optan por viajar en camiones sellados para no revelar su carga. Esto les ha provocado la muerte por asfixia.
Una vez que logran conseguir transporte, los viajeros deberán enfrentar a las autoridades municipales, estatales y federales, que están pendientes del paso de migrantes. En muchos de los casos, todos esos representantes de las autoridades se confabulan para agredir a los extranjeros. Esas historias se repiten constantemente. Noticias, reportajes, entrevistas no han sido suficientes para frenar tantos abusos. Hombres, mujeres y niños son víctimas sin distinción alguna. Hace varios días se informó del plagio de seis de ellas en Querétaro.
En medio de esos en el submundo de la migración, el sacerdote Alejandro Solalinde , director del albergue Hermanos en el Camino, el fin de semana anunció que si las autoridades de migración y del gobierno de Veracruz no frenan los secuestros de migrantes “pasaré al plan B y realizaré una huelga de hambre hasta sus últimas consecuencias”.
Como hemos señalado en otras entregas, el padre Solalinde y otros sacerdotes se han dedicado a auxiliar a los indocumentados aún a riesgo de su propia vida. El primero, estuvo fuera del país una temporada debido a las amenazas de muerte que recibió por su actividad a favor de las personas que llegan a México en condiciones más que precarias.
A todo esto, ¿cuál es la verdadera función del Instituto Nacional de Migración? ¿Alguien lo sabe? En el gobierno de Calderón el INM estuvo a cargo de este instituto la panista Cecilia Romero. Una política que no tenía ni la menor idea de la misión que le encomendaron. Estuvo en el cargo alrededor de cuatro años y renunció a consecuencia de la matanza de migrantes en San Fernando, Tamaulipas.
Luego de dejar el lodazal en el INM, Cecilia Romero fue electa como secretaria general del PAN. Protegida de Calderón, nadie le exigió cuentas.