Militancia, a la baja
Francisco Rodríguez lunes 4, Mar 2013Índice político
Francisco Rodríguez
Desde Los Pinos, Felipe Calderón dirigió a capricho al Partido Acción Nacional, del que su propio padre se desafilió cuando al seno del blanquiazul llegaron “políticos” como su mismo hijo: meros empleados de los grandes capitales o, como se dice ahora, de los poderes fácticos.
Sabía don Luis Calderón Vega lo que por tal sucedería. Lastimosamente, para su memoria, fue su vástago quien cumplió lo que aquél profetizó: la desaparición del PAN. O ya casi…
Y es que tras su desastrosa gestión marcada por el “haiga sido como haiga sido”, el michoacano deja hoy también desangrado al partido que formalmente dirigió -durante el zedillato- y que, nos dicen, ha perdido al 80 por ciento de sus afiliados.
Muchos de quienes han abandonado al panismo, cierto, lo hacen por mero interés. Por conveniencia se adhirieron. Por utilidad es que ahora están fuera de él. Vicente Fox y su muy interesada actual esposa, Marta Sahagún son el mejor de todos los ejemplos.
Pero hay muchos más, también, que han abandonado las filas del panismo por la decepción que les provocó el mal gobierno o, mejor dicho, la ausencia de gobierno durante los últimos 12 años.
Peor aún, la corrupción que se enseñoreó entre los panistas que ocuparon cargos de responsabilidad pública es otra de las muchas razones por las que Acción Nacional se desangró hasta casi la desaparición física. Que ocho de cada 10 de quienes hasta hace poco se decían panistas hayan defeccionado es la peor de las consecuencias -y la mejor de las calificaciones- de su funesta, aciaga y fallida administración.
Lo que resulta francamente sospechoso de esas defecciones, es el hecho de que los ex panistas no se han concretado simplemente a renunciar a su militancia en el partido bajo el cual durante varios años se cobijaron logrando salir del anonimato en que se desenvolvían y consiguiendo altos puestos dentro de la política y la administración, sino que tales renuncias las hicieron de manera silenciosamente escandalosa.
Con vergüenza de haber sido panistas.
Y con Calderón como “líder”, cualquiera hubiese optado por semejante “discreción”, ¿no cree usted?
HACE AIRE EN EL SOL AZTECA
Mientras el PAN languidece a la espera de nuevas derrotas -en Baja California, se apuesta, perderá la gubernatura que Carlos Salinas les regaló a los blanquiazules en 1989-, un par de nuevas formaciones políticas presumirán músculo de militancia en los próximos días.
Lo hará con mayor brío el Movimiento Regeneración Nacional -Morena- que ya inició una campaña de afiliación, con miras a constituirse en partido político. También, Manuel Espino Barrientos, ex dirigente nacional del disminuido PAN y varios ex perredistas solicitaron al IFE se les considere partido político, si es que llegan a tener los militantes que la legislación les exige.
Ambas organizaciones, cierto, son producto de defecciones. La mayor parte de ellas al PRD que, bajo la égida de los llamados “Chuchos” llegó al peor momento de su añeja descomposición, a partir de que las distintas corrientes paulatinamente se fueron transformando en verdaderas tribus, a las que principalmente sólo les ha interesado el manejo de las participaciones económicas -que por ley los contribuyentes otorgamos a los partidos- y, desde luego, la distribución de los puestos entre ellos. La repartición de las posiciones de representación proporcional les ha servido principalmente para perpetuarse en el control político y sacar la mejor raja de ellas, para heredarlas a familiares, hijos, cuñados y hermanas, o bien, otorgárselas o dárselas a sus amantes, asistentes y choferes para periodo tras periodo mantener el control y la dirección del PRD. Índice Flamígero: Mario di Constanzo, ex perredista, ex petista, ex lopezobradorista, ahora es peñista, “agarró” hueso. Es director de Condusef, organismo público que defiende los intereses de los usuarios de bancos y demás organismos financieros.
www.indicepolitico.com
pacorodriguez@journalist.com