La última
¬ Juan Manuel Magaña viernes 23, Nov 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Ni modo que no, si como dicen por ahí, se le puso de pechito. Manlio Fabio no hizo más que sacar el bate y mandar a volar muy lejos la nueva ocurrencia de Calderón: cambiarle el nombre al país.
De risa y de pena. Porque todavía el que ya no vive en Los Pinos se organizó un acto en la escalinata de la Casa Miguel Alemán para presentar una iniciativa con proyecto de decreto para modificar la Constitución Política y cambiar el nombre del país, de Estados Unidos Mexicanos a México. Hasta ahorita se le ocurrió, ni modo.
Creyó dar cátedra: “El nombre que actualmente ostenta nuestro país obedeció a la coyuntura histórica que en su momento así lo determinó, fue producto de una circunstancia que no existe más. México no necesita un nombre que emule a otro país y que ninguno de nosotros los mexicanos usa cotidianamente”.
Se hizo aplaudir por Alejandro Poiré y por el consejero jurídico, Miguel Alessio Robles. Firmó la iniciativa con un entusiasmo como si fuese el primer día del sexenio. Y hasta confió en que el Constituyente Permanente, integrado por las cámaras del Congreso de la Unión y las legislaturas de los estados analizará y discutirá la iniciativa de reforma constitucional, que no tiene el carácter de urgente.
Siguió: “México es el nombre que corresponde a la esencia de nuestra nación, perdónenme la expresión pero el nombre de México es México, en la historia gloriosa de los mexicanos hemos ido construyendo a lo largo de los siglos eso somos, así nos identificamos”. Así habla, pues.
Se tomó su tiempo para ampliar su cápsula cultural y explicar que cuando el país se independizó de España surgieron diversas propuestas para ponerle un nombre oficial, entre ellas: América Mexicana, Nación Mexicana, Anáhuac, República de los Estados de Anáhuac, República de México, México, República Mexicana y Estados Unidos Mexicanos. Finalmente, el Constituyente de 1824 decidió nombrar a nuestro país Estados Unidos Mexicanos, teniendo como paradigma a Estados Unidos de América que en esos momentos eran en opinión de algunos constituyentes, el ejemplo de democracia y libertad. Con ese nombre, el país llevaba incorporado una visión de cuál debía ser su organización política y administrativa y a quién debían seguir”.
Y así siguió el rollo hasta que Margarita le aplaudió. Entonces firmó la que podría ser su última iniciativa.
En cuanto el diputado priista Manlio Fabio Beltrones se enteró de la ocurrencia, declaró: “No tengo opinión al respecto de una iniciativa de esa naturaleza. Tenemos iniciativas más importantes”. Y eso que Calderón todavía no había presentado formalmente su proyecto ante el Congreso, como diciendo que el autor mejor ya ni la mande.
-¿Sería una ocurrencia del Presidente saliente o cómo la calificaría a unos días de que asuma Peña Nieto la Presidencia de la República?- insistieron los reporteros.
-Tenemos iniciativas más importantes- puntualizó.