Una bella Esmeralda llega a Bellas Artes
Espectáculos lunes 17, Sep 2012- La Compañía Nacional de Danza del INBA hará el estreno en América del exitoso ballet La Esmeralda, con la participación especial de la bailarina mexiquense Elisa Carrillo.
Arturo Arellano
Por primera vez en América Latina se estrenará un ballet de semejante calidad e historia, pues con la participación de la bailarina mexiquense Elisa Carrillo se montó para nuestro país la coreografía de Yuri Burkala y Vasily Medvedev del Ballet Bolshoi basada en la obra literaria “Nuestra Señora de París” de Víctor Hugo, esta vez bajo el nombre de Esmeralda y qué mejor recinto para darle cabida que el imponente Palacio de Bellas Artes en nuestro México, de manera que este trabajo de gran calidad se estará presentando el jueves 20 de septiembre como el domingo 23 del mismo mes.
Para presentar oficialmente estas fechas los organizadores del evento ofrecieron una conferencia de prensa en la que el ruso Yuri Burkala detalló parte de lo que podremos ver, “Este ballet se presentó por primera vez en Londres en 1844, dos años después en St. Petersburgo y poco más de 40 años después fue enriquecida por Marius Petipa, sin embargo, después quedó perdida en el olvido, por lo que el nuestro fue todo un trabajo de investigación, nos llevó a los archivos en St. Petersburgo y Londres para montar la reconstrucción exacta de Marius Petipa del siglo XIX”, puntualizó y definió Esmeralda como “el resultado de una verdadera investigación detectivesca”.
Cabe mencionar que la dificultad de conservar estas coreografías intactas y perfectas radica en que obviamente cuando se montaron por primera vez no existían las filmaciones ni algún otro tipo de alternativa que ayudara a archivar cada movimiento de la pieza, por lo que la única forma de que permanecieran era transmitiendo conocimiento de ellas de generación en generación.
“Como casi no hay archivos del ballet, nos preocupaba recuperarlo de manera genuina, y terminamos apoyándonos mucho en un archivo que recuperamos de Estados Unidos donde había anotaciones de Esmeralda, estos habían sido extraídos de Rusia durante la revolución de octubre”, exclamó Yuri Burkala.
Finalmente, prometió que este montaje le será muy interesante al público debido a que cuenta con acciones muy dinámicas, “el ballet es muy emotivo y apasionado, igual que nosotros los rusos, y según he notado en mi estancia en México, también igual que los mexicanos” dijo, para invitar a todos a pasar una buena tarde noche llena del arte más bello y quizá mas completo de todos el ballet de La Esmeralda.
La Compañía Nacional de Danza del INBA está de plácemes por contar con la participación de Elisa Carrillo, primera bailarina de la Ópera de Berlín, quien dará vida a la bella gitana marcada por la desdicha desde que es arrebatada de su madre a los pocos meses de nacida; y a Mikhail Kaniskin, primer bailarín de la Ópera de Berlín, quien interpretará al capitán Phoebus de Chateaupers.
La coreografía cuenta la historia de Claude Frollo, archidiácono de la Catedral de Notre-Dame, quien desea fervientemente y de manera enfermiza a Esmeralda. Incita a Clopin Trouillefou, rey de los vagabundos de La Corte de los Milagros, y a Quasimodo, el campanero jorobado, a que la rapten.
Los villanos son detenidos por el Capitán Phoebus de Chateaupers, quien ordena el arresto de Quasimodo y la asistencia a la gitana. Ella queda encantada por la gentileza y el bien parecido del Capitán, quien le obsequia una mascada de recuerdo y coquetea con ella. Los celos hacen que Claude Frollo planee deshacerse a como dé lugar de Phoebus…
El desarrollo de este entramado de sentimientos y personajes marginados en el París del siglo XV, lo presenta la Compañía Nacional de Danza en dos únicas funciones: el jueves 20 y el domingo 23 de septiembre en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
Solo un adelanto: Esta versión de La Esmeralda tiene un final feliz, a diferencia de la obra de Víctor Hugo, que termina con la ejecución de la gitana.
La música, de Cesare Pugni, con arreglos de Alexander Troitsky, será interpretada en vivo por la Orquesta del Palacio de Bellas Artes bajo la batuta del maestro Mikhail Granovsky, director de la Orquesta del Teatro Bolshoi.