Fox y su odio a Calderón
¬ Juan Manuel Magaña martes 1, Abr 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
No me cabe duda de que el poder hizo aflorar lo peor de Vicente de Fox: un tipo ante todo ambicioso, que odia fríamente y que se conduce con malicia taimada.
No dudo que eso peor fue lo que inspiró su presidencia y que eso peor hoy gobierna sus actos a la estricta defensiva. Una entrevista con el diario “El Universal” le hizo sacar parte de eso. En ella habló de la droga, de Calderón, de Salinas, de Mancera, de Oceanografía. Con bastante veneno en todo.
En la parte que destila mejor su odio es en la de Calderón. Y hace revelaciones. Otro día comentaré lo demás, pero me concentro en esta parte. El reportero le pregunta si durante “la transición” (entre su sexenio y el que seguía) hubo algún distanciamiento con Felipe Calderón.
Fox respondió que “No, en ese momento fue al revés, tuvimos pláticas muy constantes. Y la única diferencia, es que yo insistí en que el Ejército no debía de llevarse a la lucha en las calles contra el crimen organizado, que eso era un error”.
“Yo se lo dije voluntariamente -agregó-, yo ya anticipaba que por ahí quería caminar y con absoluta claridad y más de tres veces le señalé mi punto de vista, y claro yo tenía que respetar el de él, pero mi punto de vista era que no resultaba conveniente meter al Ejército a hacer una tarea policiaca; lo que es más, le di una receta, muy ranchera: si quieres más gente pues cámbiales el uniforme, si ya están preparados cámbiales del verde al azul de policías, entonces ya tienes todos los policías que quieres.
Fox se extendió en la respuesta, como si explicara algo a alguien ignorante o que no entiende: “El Ejército no está para eso, los ejércitos en cualquier lugar del mundo normalmente son violadores de derechos humanos. Los ejércitos están para garantizar la seguridad de la nación, y cuando la seguridad está en riesgo y la soberanía de una nación, bueno se puede ser muy cercano a violador de derechos humanos porque está un principio superior de por medio”.
El reportero le pregunta entonces que cómo es su relación con el ex presidente Calderón. “Fría, fea, lejana”, responde Fox muy resuelto. Y provoca la pregunta de en qué contexto se dio el distanciamiento. Dice que “A partir de mis declaraciones en dos sentidos, yo estuve insistiendo que esto del Ejército no caminaba, que más y más muertos es lo único que estaba habiendo ¿Dónde están los procesos jurídicos para cada uno delos 80 mil muertos? Simple y sencillamente se hizo una “fosa común virtual” y se aventaron ahí 80 mil muertos que nadie averiguó, no hubo Procuraduría, simple y sencillamente se les presentó como culpables, nadie lo demostró; eso fue garrafal, terrible, eso en ninguna democracia debe de suceder, no puede ser que en aras de la paz y la tranquilidad agarres a golpes a todo mundo”.
¿Es equiparable a un genocidio?, se le pregunta. “Es una violación flagrante al debido proceso que nos garantiza la Constitución a cada ciudadano; es una violación flagrante a los derechos humanos, el solo hecho de presentar a una persona en cuanto la capturan como culpable ante la opinión pública es una violación flagrante a los derechos humanos”.
¿Hubo en la transición algún pacto no escrito entre ustedes? “Absolutamente no, somos dos caracteres totalmente diferentes, como el agua y el aceite. Maquiavelo decía “tú ganas el respeto de la gente ejerciendo de manera fortuita el poder”, y entonces la gente te respeta por miedo; mi héroe, San Ignacio de Loyola, decía “tú ganas el respeto de la gente por la vía del amor, del diálogo y el convencimiento”. Este es mi estilo, el de Calderón, que es de “mecha corta”, es el otro estilo. Creo que Calderón armó de nuevo la “presidencia imperial”, cuando mi esfuerzo fue por transformar la “presidencia imperial” del PRI de todos los tiempos”.
¿Está el crimen organizado detrás de la muerte de los dos secretarios de Gobernación? “Tengo que quedarme con la idea de que fueron accidentes, mientras no se demuestre lo contrario. Si la lucha de Calderón contra el crimen se alimentó por su enojo, su deseo de venganza, por eso (su lucha habría sido) peor aún”.
Está claro que Fox y Calderón se odian con toda el alma, ¿no? Y lamentablemente eso es lo que “gobernó” al país 12 años.